Según Elizabeth Álvarez, directora Administrativa de Big Kids, la robótica es una herramienta pedagógica que al ser utilizada por los niños, estimula su lógica, simplifica la manera de resolver problemas y potencia su creatividad. En Big Kids, el objetivo es que los niños aprendan mientras juegan, y esto se logra con gran facilidad con la ayuda de la robótica.
La enseñanza del idioma inglés puede beneficiarse de técnicas educativas como el “aprender haciendo”, un recurso en el que la robótica tiene especial importancia. La robótica enseña a los niños a activar su curiosidad, resolver problemas, entender cómo la ciencia se materializa y cuán importante es su participación en el proceso educativo. Además, la robótica ayuda a los niños a comprender conceptos clave en inglés y principios científicos como la energía y la fuerza.
Big Kids busca formar a los niños desde temprana edad para aprender un segundo idioma y descubrir sus capacidades y aptitudes. Los entornos actuales funcionan de la mano de la tecnología, por lo que la robótica facilita la interacción con los conceptos tecnológicos. Esta interacción se vuelve muy eficaz cuando se aplica correctamente durante la niñez.
Las pantallas interactivas son otro recurso tecnológico ideal para los ambientes educativos. Estas pantallas incentivan la capacidad de experimentar para aprender, mejoran la participación en el aula e incluso desarrollan el pensamiento crítico. Son especialmente útiles en la educación de niños que están aprendiendo un segundo idioma, ya que aumentan el entusiasmo por participar y estimulan la concentración y la atención.
Claudia Delgado, directora académica de Big Kids y experta en educación bilingüe, destaca que estas pantallas se utilizan actualmente en Big Kids y pronto se introducirán en más aulas. En Big Kids, la enseñanza del inglés se realiza a través de diversas metodologías, como el juego, la diversión y la experimentación.
Tener la oportunidad de acceder a contenidos académicos a través de pantallas interactivas o robots permite a los niños interactuar con las nuevas tecnologías de manera efectiva y controlada. Así, pueden conectarse con un mundo cada vez más digital y con herramientas que facilitan la adquisición de un nuevo idioma.
Por su parte, Álvarez explica que tanto la robótica como las pantallas transforman el proceso de enseñanza/aprendizaje porque ayudan a captar la atención de los niños, incentivar la participación en clases e incorporar las ventajas de la tecnología desde los primeros años de vida. Los profesores son los primeros en reconocer que estas herramientas facilitan el aprendizaje activo.
En resumen, existen muchas razones para implementar herramientas tecnológicas en el aula, pero una de las más interesantes es que fomentan el aprendizaje lúdico. Esto permite a los niños resolver problemas con gran concentración y facilidad, características importantes para captar instrucciones y adquirir nuevos conocimientos en cualquier idioma.